lunes, 12 de febrero de 2018

La muerte viene sin instrucciones

Un día te levantas,
o crees que lo haces.

El café un poco frió,
restos de comida en la mesa,
Manos,
Un poco frías, 
como esta noche de enero,

No hay nadie en casa,
suenan llamadas,
Contestas,
todas equivocadas.

Preguntando por un tipo sonriente,
que ya no esta,

los periódicos y platos sucios,
abundan,

Vas a la ducha llevando tu pena,
pero nada logra regresar,
aquella sonrisa,

Enciendes un cigarro,
el humo nubla la habitación,
Miras el reloj de arena,
y piensas,
que seria mejor morir,

Suena el teléfono,
y es tu madre,
finges una y otra vez,
y cuelgas,

coges la cuchilla, 
y dibujas en tu piel,

No quieres morir,
 o tal vez si,
pero todavía falta,
encontrar las instrucciones,
para no fallar. 








La muerte viene sin instrucciones

Un día te levantas, o crees que lo haces. El café un poco frió, restos de comida en la mesa, Manos, Un poco frías,  como esta...